Por un lado el atletismo vigués, pide unas instalaciones dignas en las que poder realizar sus entrenamientos y competiciones, (la verdad es que más que «pedir»…. «mendiga»). Y a todos los componentes de este entramado atlético nos gusta que los respectivos «Organismos Oficiales» contemplen en sus presupuestos una partida dedicada a cubrir las necesidades diversas de nuestro deporte. Esta petición es lógica, pues el atletismo es cultura deportiva, (considerando excepciones) y sus componentes son parte de la sociedad que paga esos impuestos de los que se nutren los diversos organismos.
Por otro lado ese conglomerado atlético, que utiliza ese componente global para pedir prestaciones……. resulta en la practica real un «Reino de Taifas». Seguramente por tratarse el atletismo de un deporte básicamente individual. Sólo nos preocupamos de lo que ofrecemos individualmente a la sociedad.
Quizás pensando en unir esfuerzos en lugar de dividirlos, los resultados supondrían un conocimiento que lograse acercarnos más a la gente y que llegarse a sentirse identificado con este deporte.
¿No sería posible que cada uno cediese por su parte y se consiguiese uno o dos equipos y eventos de primer nivel y el resto de promoción y salud? ¿Es lógico que teniendo el potencial suficiente no se aproveche, básicamente porque todos quieren ser «cabeza de ratón»? ¿Qué sentido tiene que prácticamente cada grupo, por las facilidades que se dan, se convierta en un club? Realmente, ¿que «cubre» ese nuevo club, que no ofrezca alguno de los existentes? Solo hace falta hechar una ojeada y ver la cantidad de «clubes» que tenemos en el Área viguesa. Muchos de ellos duraron un par de años y desaparecieron, sin hablar de los que sólamente son un nombre en una relacción, pues en la práctica no existen…….. pero votan con el mismo valor de voto que «los reales».
El atletismo tiene que exigir dignidad………… pero primero tiene que ofrecerla y son demasiados años los que algunos llevan contemplando su propio ombligo.
Para avanzar algo tiene que cambiar.