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Atletismo vivido… e atletismo a vivir…

Espoñemos dous escritos que nos fixo chegar a atleta senheira do Comesaña Sporting Club, a mosense María Soledad Castro Soliño:

Alfonso Posada Sánchez (Vigo *1931 + 2022)

Morreu Posada. Chamábase Alfonso, pero seguirá sendo Posada ou G. Reyes. Entón non morreu, mentres o pensamento e as palabras reteñan o recordo, será o que queiramos evocar.
O home entregado, empeñado en informar, fomentar e vivir o que o atletismo puido significar na súa
existencia. Os feitos seica quedan se non se arruínan; as persoas tamén se non prescindimos da súa esencia, dos emigmas e descubertas que impulsaron os seus retos e metas.
Foise silencioso coma sempre, coma ese home en sosego, sen máis palabras que as necesarias para
inventar, crear e ofrecer o que a vontade levaba nas mans, facendo para volver a facer que o universo
atlético tivese a honra de ser escrito, difundido, coñecido, divulgado, organizado…
Non se sabe onde residen os afáns, de onde manan pero sí se evidencia o que manifesto é. Non importa.
Posada esta aí, nas pistas, ho periódico, nos libros, nos datos e historias, nun micrófono que sáuda e conta cada carreira. Está porque así o dispuxo o seu acontecer vital, sen renuncia, na condena incerta que
somete a cadaquén os ditames de ser, ou non ser. Tampouco se adiviña a enerxía que move as paixóns, e a encomenda de situarse nelas para non traicionar as ilusións. Foi o atletismo, o encontro mutuo que
sentenciou a incondicional dedicación, e así respondeu con intensidade e constancia, co tempo roubado a tempo para compartir e gratificar recíprocamente. Por iso e moito mais, alá onde residas agora, recibe o
afecto destas palabras que elas te honren coa calidez e o recoñecemento merecido.
Dende min, escribo o último acto; a entrega da medalla nas pistas de Balaidos na xornada organizada polo Comesaña Sporting Club; e a Túa felicitación, e non precisamente polo posto acadado na carreira. E porque foi emotivo e significativo do que non sei explicar, recito a memoria que vén de lonxe, de sempre,
e termino co AMÉN, que te Descanse Posada. (En Faro de Vigo).

Non teño 12 anos, nin menos tampouco, quedaron almacenados nalgún lugar que xa non sei
evocar ; pero se os tivese pensaríame atleta do Comesaña Sporting Club, pensaría que
participei no Campionato de Galicia Sub-12 Feminino na pista ao aire libre por clubs, e
que fomos sextas, e compartiría o meu contento por moitos motivos, polas razón que
prevalecen na grandeza de poder contribuir ao éxito dun equipo, de posibilitar a presenza
no Campionato e ser rival conxuntamente.
Entón emotivamente pensaría que cando tivese tanta cantidade de anos, poñámoslle 56,
seguría sendo atleta do Comesaña Sporting Club, satisfeita de que así fose, porque
gratamente tería que felicitar a Erika, Laura Meira, Laura Vicente, Gabriela, Mara, Ana,
Candela e África.
Noraboa ao Comesaña Spoting Club por se equipo con idades históricas e tempos con
historias que celebrar. Nunca máis terei menos se 12 anos, nin 12, pero nada hai que
lamentar, porque o feito Sb-12, aí está.

Marcas de ellas en el Cto.

  23/03/22, Gala Viguesas Distinguidas

         Ayer se celebró el anunciado acto de entrega de las correspondientes distinciones 2022 a las distintas personas y entidades de Vigo qué, después del estudio de las propuestas previamente presentadas, analizando los méritos contraídos en su trayectoria, el Pleno Municipal ha tenido a bien conceder, entre ellas la concedida a título póstumo a Carlos Alonso Comesaña, quien había estado directamente vinculado al Comesaña Sporting Club desde que apenas era un niño.

En pie de Izq. a drcha.: Hijo de Vicente Abeijón, hijo de Pepe Xeito, Abel Caballero y Mª Celeste Alonso.

   Queremos, reflejándolas en esta humilde publicación, dejar constancia del agradecimiento de sus familiares a todas y cada una de las entidades que han propuesto y avalado la candidatura que ha llevado a conceder esa distinción de Vigués Distinguido a título póstumo::

Xunta de Montes de ComesañaS.C.D.R. NautiliusAsociación Pro-Festas dos RosarioUnión Deportiva ComesañaMancomunidade de Montes de Vigo, UGT Stellantis (Citröen) y Comesaña Sporting Club.

Emotivo gesto de agradecimiento de la hija a la memoria de su padre. (Foto Jorge Landín)

Pablo Bocelo, se ganó la «Copa M. A.»

En la matinal atlética organizada por el Comesaña Sporting Club (organización negada por la Federación Galega de Atletismo), justamente en la justa fecha de cumplirse los 100 años desde que el 16 de octubre de 1921 la recién nacida en Vigo (27/10/1921) Federación Gallega de Atletismo organizase, y celebrase (16/10/1921) en el campo de Coya los «V Ctos. de España de Atletismo en Pista» a pesar de sufrir un claro boicot por parte de casi la totalidad del resto del atletismo español… y gallego, no olvidemos. Lamentablemente un siglo después, con un club organizador de un evento de menor enjundia atlética, pero con mucho cariño y respeto a la memoria de unos atletas pioneros en lograr medallas en Ctos, se repetía la historia y en la misma ciudad… pero con una F.G.A que antes había sido la víctima, convirtiéndose en «la verduga«, del resto que «le secundaron«, mejor correr un tupido velo.

Pablo Bocelo recogiendo la «Copa Manuel Amigo» (Imagen gentileza de Fotocarlosgrafía).

Los resultados deportivos meritorios fueron igual de escasos que lo fue la participación. Para resumirlos, solamente han sido siete las marcas logradas que han sobrepasado el nivel atlético de los 750 puntos (cuatro de ellas con más de 800 y sólo dos más de 900), de los siete casos, dos fueron realizadas por hombres y cinco por mujeres, a saber, el naronense Pablo Bocelo Bellas, quien con su victoria en los 1.500 metros lisos realizaba la marca de mayor nivel atlético de la mañana (923 puntos) al realizar 3’54″29… y por tanto se le adjudicó la «Copa Manuel Amigo»», bastante cerca le anduvo en los 5.000 m l. la tudense Uxía Pérez Bugarín al realizar una marca de 17’18″63 (910 p.), a quien le siguió en mérito la gondomareña Nayr Cortegoso Figueroa, que lograba realizar 5,35 m en Salto de Longitud (858 p.), en los 1.500 m l. femeninos la viguesa Sandra Mosquera Losada con 4’47″59 (853p.), en Lanzamiento de Disco el joven venezolano Miguel Ángel Granado Gil con 43,93 m (766 p.), la nigranense Ángela González Fernández con 5’01″06 (765 p.) y la tudense Paula Cabaleiro Rodríguez con 5’01″33 (763 p.), segunda y tercera en 1.500 m l respectivamente.

Agradecemos el tratamiento previo dado a la competición y organización por parte de Atlántico Diario.

Nueve del club en Ctos. Galicia «Sub»

Este fin de semana, en Pontevedra y Noia han participado un total de nueve atletas del club en los distintos Campeonatos de Galicia de categorías «Sub» que han sido celebrados, para Sub-20 en la capital provincial y para Sub-12 y Sub-10 en Noia.

Por cierto, la homologación de las pistas tienen una caducidad de un máximo de 10 años, y la de las pistas de Noia (cuyo esta actual es lamentable), ha sido realizada en el año 2005, y si bien en este caso los campeonatos en ellas celebrados han sido de categorías menores, no olvidemos qué, incomprensiblemente dado sus condiciones, ya este mismo año 2021 ya se han celebrado allí el pasado 24 de abril los Ctos. de Galicia Absolutos y Sub-23 de 10.000 m lisos y los Sub-20 y Sub-18 de 5.000 metros lisos, así como competiciones para las categorías desde Sub-18 y mayores los días 02 y 23 de mayo. ¿Dónde está la responsabilidad por parte federativa? ¿Los respectivos Jueces Árbitros han realizado los pertinentes informes al respecto?

Entrevista a Estela Estévez

ENTREVISTA REALIZADA POR ALFREDO VARONA A ESTELA ESTÉVEZ PUBLICADO HOY EN https://www.rfea.es/web/noticias/desarrollo.asp?codigo=13149#.YBpnnOhKhPY, texto completo corregido:

«Tiene 55 años y una frase divina de la muerte: «¿Qué más le puedo pedir a la vida?

«Y mira que el virus le da un miedo atroz, «pero si me pongo pesimista ¿qué voy a arreglar? La tristeza me pone nerviosa. Es un sitio al que no quiero ir. A su lado, no se me ha perdido nada».

Y mira que Estela Estévez (Vigo, 1965) está a punto de irse al paro.

– Como tanta gente -contesta. Y mira que ella ya tiene una edad.

– Pero hay que enfrentarse a las cosas con tranquilidad y buena cara

-replica.Y después explica:

– Soy comercial en una empresa de hostelería. Acudiré a las listas del paro porque voy a dejar de trabajar un tiempo. Entiendo perfectamente que me tenga que ir al paro. Es una empresa familiar. Han intentado crear. Es más, lo han intentado por todos los medios. Pero ya no es posible.

– ¿Y va a buscar trabajo?

– Seguro. Al segundo mes, estaré que me subo por las paredes, porque yo necesito trabajar, porque trabajar dignifica y porque necesito ruido a mi alrededor. Y si no puede ser de comercial y tiene que ser en una empresa de limpieza ya buscaré yo los puntos positivos. Me gusta colaborar con el mundo con mi alegría.

Había quedado con Estela Estévez para hablar de sus recuerdos en el atletismo y, sin embargo, nos asalta la crónica social.

– Ya le he dicho al principio: como tantas en esta vida.

Su suerte es que vive donde quiere en una casita a las afueras de Vigo rodeada de verde y a 7 minutos del mar en coche.

– De cualquier chorrada disfruto y no te digo ya de hacer cosas en familia como cuando viene mi hijo el pequeño, que está estudiando en Madrid. Nos podemos tirar toda la tarde jugando a juegos de mesa.

A su alrededor, Estela Estévez necesita ruido como el que vivió en Barcelona, en los JJOO de Barcelona 92.

– Eso fue impresionante. De hecho, mantengo relación con Amaya Andrés, atleta de 800, y a veces recordamos la grandeza de estar ahí, de ser dos de las actrices de esa feria o de que los recuerdos aún nos pongan los pelos de punta.

– ¿Fue lo mejor de su vida?

-No. Lo mejor fue al principio. Sin duda. Cuando empiezas es cuando realmente te diviertes, cuando estás deseando terminar e irnos en autobús todos juntos. Entonces descubres lo bonito del deporte y el deporte te parece un juego.

– ¿Y después?

– Se convierte en tu profesión. Cada cosa se mide. Pero yo ya me había acostumbrado a disfrutar cada momento. Para mí los valores eran tan importantes como la victoria. Es más, recuerdo un campeonato que gané y le dije a Oliva Román, mi entrenadora, ‘¿no tienes nada que decirme?’ Y me contestó: ‘Yo estoy para decirte cuando las cosas van mal. Hoy, que has ganado, sobra la gente que te lo dirá’.

– Más que las victorias, nos dejan marcados las personas

– Sí. He nacido con facilidad para conectar con la gente. El otro día veía entrenos míos del año 83 u 84 para esos crosses como el de Venta de Baños que me encantaba. Y recuerdo a esos monstruos de mi época como Mercedes Calleja, Asunción Sinobas…. Cada vez que las veías aprendías de lo que las veías, de lo que las escuchabas. Yo estaba deseando acercarme a ellas.

– Hay que vivir los ojos abiertos.

– Y las orejas. Y por eso el deporte me hizo persona. No me anuló. Al contrario. Me construyó. Me ayudó a pensar, a entender que si empiezas una cosa tienes que acabarla.

– ¿Y el día que se acabó todo?

– No me costó. Si decides algo, debes llevarlo a cabo. Creo que mi objetivo ya estaba cumplido. Tenía que dar paso a otro tipo de vida. Fue una decisión egoísta porque mi entrenadora había invertido mucho tiempo en mí y yo le dije: ‘se acabó, hasta aquí hemos llegado’.

Estela lo dejó en 1995. Tenía 30 años.

«Quería volver a ser madre. No había disfrutado de mi hijo, el mayor, quizás porque no tocaba. Pero ahora era diferente».

– ¿Y ha sido tan bonita la vida de después?

– Yo disfruto de todo. Hasta de levantarme y escuchar a los pajaritos o de ver a la vecina que anda con sus nietos por el campo… , ¿y el atletismo? No tengo que reprocharle nada. Me dio lo que me tenía que dar, que fue mucho y bonito.

– Por eso estamos hoy recordando.

– Correcto

– ¿Y si tuviese que elegir un momento?

– No sería una carrera. Sería cualquier viaje en coche por carretera a un campeonato de España sin parar de hablar. Eso eran lecciones de vida. Era olvidarme, era crecer como lo era empezar a entrenar a las seis de la tarde cada día en el parque de Castrelos. O el lunes después de la competición con mis compañeras cuando comentábamos todo lo que había pasado. Y éramos tan felices….

– Eso era un equipo.

– No, una familia. Éramos una familia de compañeras que nos veíamos dos horas al día y que teníamos dos padres, Oliva y Joaquín, que nos mimaban sin maleducarnos.

Es el legado que hoy calienta la casa de Estela Estévez, una atleta que, sobre todo, se sentía cómoda en el 3.000, y eso que hizo de todo en su vida, desde 200 hasta media maratón. Sin embargo, hoy apenas recuerda marcas.

– Prefiero recordar vida

-justifica.

– El deporte es vida -le digo.

– No le quepa duda: todo lo que se pueda decir es poco.

– ¿En la vida diaria vuelve la atleta que fue usted?

– No, no hace falta. Yo viví el atletismo muy feliz. Pero es que ahora sigo siendo igual o más feliz. Me va bien. No he tenido ninguna desilusión. Quizás ahora lo que espero es ser abuela, que ya va siendo hora.

El mayor ya tiene 34 años y, aparte de trabajar, prepara oposiciones para policía mientras que el pequeño estudia en Madrid donde tenemos familia.»