Esta foto de septiembre de 1924 fue realizada en el desaparecido campo de Coya, al lado de la Calle Coruña, esta es la segunda foto más antigua que tenemos del club, corresponde al equipo campeón gallego de Campo a Través de ese año. Foto cedida por Alfonso Posada Sánchez
En ella vemos de izquierda a derecha a : 26 Eligio Costas, 22 Benito Fernández, 18 Higinio Alonso, 25 Candido Fernández, (ganador) 23 Indalecio Loureiro, 20 Alfredo Fernández, 24 Emilio Freiría, 19 Álvaro Fernández, 21 Adolfo Fernández, 17 José Freiría.
De estos pioneros del atletismo, que eran los dominadores del fondo gallego, por cuyo motivo fueron apodados los finlandeses, por el periodista vigués Manuel de Castro (Handicap) pues estos eran los dominadores del fondo mundial…. digamos como ahora los keniatas. Equipo compuesto por parroquianos de San Andrés de Comesaña, por lo cual la misma se sentía orgullosa……… y todo Vigo.
El próximo día 27 le rendiremos homenaje una vez más a otro parroquiano de San Andrés de Comesaña, que si bien no fue un atleta destacado si fue un dirigente de los que hoy en día es difícil encontrar, de él quien esto escribe aprendió a valorar el atletismo en todas sus facetas, persona humilde y trabajadora como quien más, siempre presto a atender a los componentes del club en sus necesidades, su nombre siempre tendremos que escribirlo con mayúsculas, BELARMINO ALONSO FERNÁNDEZ.
Caminaba Belarmino con paso decidido como delegado al frente del club, ese paso que ha dejado huella en varios de los componentes que en el Comesaña Sporting Club a lo largo de sus 96 años de trayectoria.
Solamente los grandes atletas que defendieron esta elástica, Candido Fernández, Álvaro Fernández, Luis Ramilo y Alvarito Fernández se puede decir que dejaron más huella. Desde luego a pesar de no haber ostentado nunca el cargo de presidente, no hubo dirigente alguno en el club que dejase más grato recuerdo entre los componentes del mismo.. y reconocido por el atletismo gallego, como se demostró en el año 1978 con motivo del primer Memorial Belarmino Alonso de Campo a Través, un día de perros, en un completamente encharcado Parque de Castrelos, donde el sostenerse en pie ya era todo un logro, sobre todo en la zona de salida y meta, pero de todas partes de Galicia acudieron a competir en el mismo, lo que inequivocamente fue un justo reconocimiento del atletismo gallego a la buenhombria de un hombre sencillo, siempre en la sombra pero sabiendo cual era su labor y desarrollándola con suma eficacia.